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A día de hoy todo el mundo tiene una idea global del tema, pero ha llegado la hora de profundizar:
Movistar había adquirido las filiales latinoamericanas de Bellsouth por un valor que rozaba los 5.800 millones de euros y tenía la necesidad de homogeneizar su imagen para un mercado de 350 millones de personas.
Esta historia comenzó así:
Cuando la empresa convocó un concurso en la primavera del año pasado., Keshen Teo, director creativo de la agencia londinense de branding Wolff Olins, comenzó a hacer esbozos de una M .
De las miles de propuestas. Movistar se quedó con cuatro de las mil propuestas presentadas y las sometió al juicio de unos 3.200 entrevistados en España y en América Latina. El resulltado ya lo sabemos. La M comenzaba a prepararse para protagonizar la espectacular y costosa campaña que estaba a punto de ponerse en marcha en España y en 12 países latinoamericanos.
Valérie van den Bossche, directora general de Wolff Olins en España dice: "Queríamos un logo rompedor, impactante, extrovertido. Una identidad que expresara cercanía a la gente". Keshen Teo la diseñó. "La premisa era que los móviles ya no sirven sólo para conectar a la gente. Tienen que ver también con el entretenimiento (música, fotos, videojuegos). Entonces yo quería un signo danzante", cuenta el diseñador. "Esbocé la idea en una semana. Luego la desarrollé en tres meses, estudiando todas sus aplicaciones".
Sólo en España, el sector publicitario representó en 2004 un volumen de negocios de 12.846 millones de euros, el 1,70% del PIB. El sencillo hecho de haber ojeado EL PAÍS y EPS antes de leer este reportaje, supone al lector haber sido alcanzado por unos cien anuncios. Ese mismo lector, al término de una jornada ordinaria, entre televisión, radio, periódicos y carteles en la calle se habrá visto aconsejado fácilmente por varios centenares de anuncios. Pero muy pocos habrán logrado quedarse en su memoria.
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Helena -
Alexander -
Lídice -